domingo, 22 de abril de 2012

Yo no sé

Ya han pasado casi 11 meses, y lo único que puedo concluir es que yo no se.

Yo no sé si algún día deje de pensarte, yo no sé si deje de sentir la falta que me haz hecho hasta ahora.
Yo no sé si algún día deje de pensar en ti a cada momento, yo no sé si las colonias, las casas, los sabores, las bebidas, la vida misma deje de recordarme que ya no estás. Yo no sé si algún día pueda recordar el día en que te nos fuiste de principio a fin sin derrumbarme, sin que a los dos segundos rueden mis lágrimas. 

Yo no sé si un día dejaré de despertar con "amanecí triste el día de tu muerte, tía chofi en la cabeza", no se hasta cuando voy a sentirte tan cerca. No sentirte cerca me aterra.

Yo no sé si algún día dejaré de sentirme abandonada, de sentir que me dejaste, quizás egoístamente para irte a no se dónde.

Tampoco sé si es normal sentir que me haces falta tan seguido, no se si estás o ya te fuiste, de mi. Yo no sé si algún momento dejaré de pensarte, de extrañarte, de anhelar que estuvieras de querer ir a tu casa y encontrarte leyendo el periódico, viendo un partido de futbol o tomándote un tequila. 

Extraño molestarte abrazándote, extraño tus manazos y tus formas tan poco comunes para decir que me querías, no se si algún día logre aceptar lo obvio, que no estás, que no estarás y que ahora toca aceptar que ya no vas a volver.

"Porque te quise a tu hora, en el lugar preciso y harto se lo que fuiste, tan corriente, tan simple"

Quiero que vuelvas, quiero tenerte conmigo, sí, soy una egoísta, quiero tenerte conmigo. Porque yo nunca me imaginé mi vida sin ti, porque para mi, eso no era una opción, porque todos podían irse, menos tú, y fuiste el primero. ¿Por qué?

"Vas a ser olvidada de todos como los lirios del campo, como las estrellas solitarias; pero en las mañanas, en la respiración del buey, en el temblor de las plantas, en la mansedumbre de los arroyos, en la nostalgia de las ciudades, serás como la niebla intocable, hálito de Dios que despierta."

Yo no sé, si algún día dejes de estar en mi, no lo sé, ni lo puedo saber, lo único que tengo claro es que hoy amanecí pensando en ti.


"Amanecí triste el día de tu muerte, tía Chofi."

lunes, 5 de diciembre de 2011

Seis meses

Tú te fuiste ayer.

Ayer te me fuiste, ayer te perdí.

Ayer te abracé y jugamos, reímos y conversamos.

Ayer estuviste y hoy ya no.

Te me has ido, para siempre.

Ayer te lloré, incansablemente te lloré.

Ayer te recordé, me sonreíste y te lloré.

Ayer te lloré, te abracé, te perdí, irremediablemente te lloré.

Hoy te sigo llorando, hoy te has ido, hoy ya no te veo más.

Hoy te busco, ya no estás aquí como ayer.

Hoy te leo, hoy volteo y ya no hay más, ya no hay tú, ya no hay nada.

Hoy ya no siento tu abrazo, te esfumaste.

Ya no hay nubes de colores ni rayos del sol, hoy todo es diferente, hoy no estás.

Ayer te fuiste y ayer fue Mayo, ayer nos dejaste y hoy te lloro.

Ayer dormía, antier dormí y hoy despierto y ya no estás.

¿Dónde estás? ¿Cuándo voy a verte?

Yo no me voy a resignar a esta vida en que no estás presente.

Ayer te me fuiste, hoy ya no te tengo conmigo, abro los ojos y me doy cuenta: Ayer no es ayer, ayer son seis meses, hoy ya es después y yo he perdido, contigo, la percepción del tiempo.

martes, 5 de julio de 2011

Pa que nunca TE me olvides

Sesión uno de reiki.

Todo comienza con la relajación. Odio la relajación, por que en lugar de relajarme empiezo a pensar en mil pendejadas, menos en la que debo: concentrarme en relajarme. Esta vez lo intenté bastante, y me costó.

Primero me vi en un cuarto totalmente negro, no me veía a mi misma, pero sabía que estaba ahí; en el segundo tramo de mis pensamientos aislados, me vi en un cuarto totalmente blanco, yo vestida de blanco y descalza; el tercer pensamiento ó imagen fue, otra vez yo en las nubes. Era impresionante sentir las nubes en mis manos, en mi cuerpo, poder tocarlas como siempre he querido. Otra vez perdí la concentración, -va de nuevo, concéntrate en la música-, me dije. Y así seguí. Otra vez en el cuarto oscuro, pude notar cómo un punto blanco brotaba en una esquina, observé el punto blanco y cada vez se hacía más grande, pude meterme en él y llegué al cuarto blanco, era muy tranquilo, me daba paz. Nuevamente en la esquina inferior izquierda se abría un punto, entre blanco y azul, noté que entre más me concentraba, más grande se hacía, yo sabía, de alguna manera, que tenía que entrar por ahí. Entré, me quedé impactada al ver una escalera de nubes, fui subiendo cada escalón, la sensación en mis pies era increíble, la textura y frescura de las nubes inigualable. Al subir el último escalón estaba todo lleno de nubes, entré, atravesé una pared de nube, el contacto de las nubes en mi cara fue lo más increíble hasta ese momento. Caminé sobre ellas, me senté, luego me acosté en ellas, boca abajo como solía hacer cuando estudiaba o me daba por escribir, encontré una caja de crayolas, tomé la color lila y comencé a dibujar una nube, se veía bonita, alcé la cara y estabas tú, con esa sonrisa que no siempre mostrabas, con esa misma sonrisa con la que (ahora recuerdo) aquella vez me abriste la puerta, ese día estabas solo, abriste y me pareció extraño que sonrieras al verme, recuerdo haberlo tuiteado, incluso está entre mis favoritos aún. Te vi y comencé a llorar, no hacía puchero, no suspiraba, ni jalaba aire como normalmente se llora, fue un llanto diferente, las lágrimas caían, podía sentirlas en mi cara, en mis mejillas, en mis ojos, me dijiste que no te llorara más, que tú estás bien, que ya no te duele nada, te vi como estabas hace un año o dos, totalmente bien, fuerte, grande, te dije que me haces mucha falta, que te extraño siempre y me dijiste que siempre estás conmigo, justo como en ese momento, te pedí que te acercaras, que me abrazaras y me dijiste que no, comencé a llorar más fuerte, me dijiste que aún no era tiempo, yo me preguntaba ¿Entonces cuándo? Pero nunca te pregunté, me contemplabas mientras lloraba y me repetías que no te llorara más pero, ¿Cómo no iba a llorar, cómo no voy a seguirte llorando si eres lo que más me hace falta en la vida? Dijiste que tenías que irte, y yo no lo entendí, fue muy poco el tiempo, no pude abrazarte, no pude platicar casi de nada contigo, y me dijiste nos vemos pronto.

Cuando te fuiste volví a la realidad, totalmente no me fui pues sentía las cosas que pasaban a mi al rededor y estaba consciente de todo. Al hablar con la señora sobre lo que había sentido quise ocultar todo sentimiento, sólo dije 'Vi a mi abuelo' y ella me lo confirmó 'Él estuvo aquí' me pareció impactante que describiera todo lo que nos dijimos, cómo te vi, incluso sin ella conocerte. Salí desconcertada, ¿Qué había pasado ahí? Esa pregunta aún no puedo respondérmela. Lo que sí se, es que fui realmente feliz al verte.

Han pasado más de dos semanas y aún puedo recordar la sensación de tranquilidad en el cuarto blanco, las ganas de salir lo más pronto posible del cuarto negro, la sensación de las nubes, el poder tocarla, pero sobretodo, cada noche pienso en cómo te vi, en que estás conmigo a cada momento, pero sigo esperando cuando 'ya sea tiempo' de que vengas y me abraces, sigo extrañándote, sigues siendo parte del cada día, ahora más que nunca te has convertido en el motivador para que yo haga cada día mejor las cosas, para que mi tatuaje cobre vida y me recuerde el significado, y a veces, sí, debo aceptarlo, hablo contigo aunque nadie me escuche.

lunes, 30 de mayo de 2011

Sin ti

Comienza el quinto día sin ti.

Sigo extrañándote, sigo sintiendo tristeza por mí misma al verme sonriendo con la tranquilidad de verte pronto. Por que así me veo, cuando trato de sobresalir de este proceso, me olvido de todo y pienso que estás de viaje o que pronto te veré.

Siempre era el mismo recorrido, llegar a tu casa, tocar el timbre tres veces, luego una, entrar directamente hasta el fondo del pasillo y doblar a la izquierda y entonces estabas tú, viendo algún partido de fut, leyendo el periódico o algún libro y saludarte con un abrazo, que me dijeras encimosa. Y el último día fue igual, pero tú ya no me dijiste nada, no me volteaste a ver, te abracé y no me quitaste, tú ya no estabas. No se en qué momento me di cuenta que ya no estarías, incluso no se si me he dado cuenta o tal vez aún no me doy cuenta de ello.

Recuerdo un día, después de que saliste del hospital al tener tu infarto, hablaste a la oficina y me dijiste que me querías mucho, aún recuerdo la sensación que tuve y no me gustó, sentí que te despedías y eso no me gustó para nada, pero fue bonito que tú, siento tan poco afectivo lo dijeras. Después de esa vez vinieron otras pocas más, las recuerdo todas. Y las disfruto.

Hoy me duele nunca haberte dicho que te amo, aunque sé que lo sabías, jamás me atreví a decirlo. Claro, me heredaste esa poca afectividad ante los demás. Odio los abrazos, pero los tuyos los amo y me quedo con cada uno de ellos.

No me voy a despedir, por que no puedo, no puedo decirte adiós, soy egoísta, me dueles, me partes el alma, pero no quiero decirte adiós aún. Es eso, no quiero.

viernes, 27 de mayo de 2011

Te siento a mi lado. Trato de distraerme, de pensar que ya no estás, ni estarás. Cierro los ojos, contemplo tu rostro, recuerdo tu sonrisa, te lloro una lágrima, las demás vienen por contagio, hago pucheros. Recorro tu casa, cada habitación, cada rincón donde estuviste, enciendo el estereo, y te recuerdo acostado, todos entrando y saliendo, yo inmóvil, no puedo más, rompo en llanto, tú estabas dormido, no nos habías dejado ir. Me desprendo de todo y te siento en mi. Cierro los ojos y te recuerdo cantándome. Vuelvo a entrar, estás muy pálido y un poco frío toco tu frente, toco tu corazón esperando un latido, no lo hay; observo tu pecho, busco incansablemente tu respiración y la veo, trato de convencerme que no es real, que te nos has ido. Llegan por ti, estallo, no quiero que te vayas, no nos dejes, estamos tan dolidos. Llega el momento de tu partida, vamos a misa, no puedo tolerar que te toquen que te arrastren, que toquen el ave maría mientras vas pasando, toda la misa pensando en que ya no estarás, que alguien abra el ataúd, tú estás vivo ahí dentro y todos te lloran pensando que ya no estás, responde, haz algo, diles algo, tú siempre tuviste la última palabra, diles que están equivocados. Termina la misa y me voy tras de ti, dime que no es verdad, dime que no te has ido. Y es la última vez que vi tu cuerpo, ya ter irán a cremar, no hay vuelta atrás, si no les dices ahora lo harán. y te fuiste y todos nos quedamos sin aliento, te aplaudimos y es lo menos que pudimos hacer. La segunda misa, contemplo la cajita con tus cenizas, no es verdad, tú no estás ahí dentro, ¿Verdad? Termina la misa y ahora sí, es el último adiós, ya no estarás más físicamente con nosotros, todos lloran, yo no puedo contenerme, y ya se acabó todo. Hoy busco tu cuerpo, busco tu voz y tus brazos, te busco a ti y no estás en tu casa, lágrimas por todos lados, pienso que fuiste a trabajar, que vas a regresar y te esperaremos para darte tu consomé con mucho limón y chile y no regresas, la realidad me golpea en la cara, me avienta contra la pared y me destroza por dentro. ¿Dónde estás? ¿Por qué te me fuiste? Me vas a hacer tanta falta, una parte de mi no lo acepta, racionalmente se que ya no volverás, la otra quiere seguir atada a ti, tomarte fotos, sonreír juntos, platicar, hablar de Sabines, de Ibargüengoitia y sus poquianchis, de Calderón y sus barbaridades, de las chivas y que el próximo campeonato lo ganan, de tantas cosas que te faltan por contarme. Anoche el sentimiento ambivalente, todos dormían en casa y yo bajaba a oscuras, quería verte pero me daba miedo, quería escuchar tu voz hablándome, que me dijeras que no te has ido. Que alguien me diga que no es verdad, que sigues aquí, que es un sueño, pero no, Gabino dice que es la verdad, por mucho que duela. No quiero dormir por que al despertar sabré que esto no ha sido un sueño. Me quedan tantas cosas por decir, esto va a quedar inconcluso. Siento que vas a volver y que nos olvidaremos de tanto dolor y tanto llanto, sé que no es verdad lo que siento, pero es inevitable sentirlo.

Me haces tanta falta ya, desde ahora.

martes, 4 de enero de 2011

Sin recuento del (d)año

Llevo ya varios años haciendo recuento de los años que vivo. Cuando mi memoria me lo permitía, escribía lo que había pasado en cada mes. Este año, además del claro deterioro de mis recuerdos, por salud mental he decidido no recordar cada mes.

Es extraño, este año pasaron muchas cosas, en cuanto a experiencias, en su mayoría malas, desde los amores no correspondidos hasta las psicópatas acosadoras. Vaya pues, pero tampoco lo considero un mal año. Quién sabe por qué, pero no lo fue. Por que dentro de todas esas cosas malas que pasaron, existieron dentro de mi sentimientos genuinos, desde Enero, hasta Diciembre. Finalmente, en cuestiones de amor, mi corazón terminó el año con un curita gigante que ella puso y pegó todos los pedacitos en que se había roto en aquél triste, tristísimo Verano. Ese Verano al que me aferré y al que poco a poco, casi sin darme cuenta, dejé ir, para ver entrar al Invierno, por que, aunque me salté el Otoño aferrada a un Verano que no pudo ser -pero, que de alguna forma fue-, aferrada a no ver lo que seguía. Pero pronto todo mejoró en cuestión sentimental, me vi envuelta en una ola de sonrisas, buenos deseos, sinceras palabras y me atraparon. Sí señores, la que juraba ser Soy Solo por siempre, se encuentra atrapada, atrapada en un mar inmenso, un mar de tantos sentimientos que me cuesta trabajo expresar, un mar que eres tú.

Un año difícil, tal vez así podría definirlo, pues fue un año de mucho aprendizaje, sobretodo personal, y el 2011 me ha demostrado que viene con todo. 4 días apenas llevamos y ya me siento abrumada, pero ya he aprendido. He aprendido que en cuestiones de patrones aprendidos, no están tatuados, uno debe aprender a desaprender, por más arraigados que se encuentren, he aprendido que por que todo mi alrededor sea de una forma, yo puedo romper esquemas y terminar con círculos viciosos que no dejan nada bueno, en fin, he aprendido mucho en estos días, y creo que será un año de aprender mucho más.

Sin tanto drama, mejor termino con la frase del año: YO NO ME METO.

Amén, entonces.

viernes, 26 de noviembre de 2010

That's all

- I really did love you.
- I know. But I still love you.
- Then love me.
- I miss you.
- So miss me. Send me light and love every time you'll think about me and let it go.

//

- You really loved me.
- I know. But I still love you. Then I'll love you. And I miss you. Then I miss you. So I'll miss you. I'll send you light and love every time I'll think about you and will let it go.